jueves, 12 de enero de 2017

DESARROLLO DE PENSAMIENTO FILOSOFICO

PINTORES ECUATORIANOS

 

Gonzalo Endara

Resultado de imagen para gonzalo endara biografiaGonzalo Endara Crow (Bucay 17 de mayo de 1936 - Quito, 14 de abril de 1996) fue un pintor y escultor ecuatoriano nacido en la ciudad Bucay.

Resultado de imagen para gonzalo endara biografia Desde una temprana edad se mostró muy interesado en el arte, de joven estudió pintura en la Universidad Central en Quito. Adoptó un estilo diferente al principio de su carrera que le acompañó durante toda su vida. La geografía ecuatoriana y los brillantes colores utilizados por los artesanos andinos en su labor fueron sus dos influencias principales que penetraron en su trabajo durante toda su carrera. Endara Crow es considerado uno de los pintores latinoamericanos más importantes de la segunda mitad del siglo 20. Su obra es universal, y ofrece una perspectiva estética de la cultura andina y su gente.

Imagen relacionadaSu obra más reconocida es "El Tren Volador”. De niño, Endara Crow quedó asombrado por los trenes desde que su padre trabajó en el ferrocarril, esto se convirtió en una inspiración para su obra maestra, en la que muestra a un tren en vuelo, de ahí el título, que combina con un paisaje montañoso de colores. Otro motivo surrealista común en sus pinturas lluvia, campanas o esferas como en su obra Sin título de fecha 29 de julio 1988. Endara fue también escultor, con dos monumentos importantes esculpidos en Sangolquí. Estos dos monumentos son "El Choclo" y "El Colibrí", ambos representan la belleza natural, así como la importancia de la agricultura de la Sierra ecuatoriana

Resultado de imagen para gonzalo endara biografia Sus estudios primarios y secundarios los realizó en la ciudad de Riobamba, sin descubrir su vocación por las artes plásticas, más tarde realizó diferentes actividades hasta que, por 1971 -cuando había cumplido los 35 años de edad y se había radicado en Quito- se encendió dentro de él la llama artística e ingresó a la Escuela de Artes de la Universidad Central; pero su espíritu libre no aceptó las obligaciones académicas y, repudiando las enseñanzas tradicionales a las que consideró retrógradas y obsoletas, pronto se retiró sin lograr ningún título, para dedicarse por su cuenta a buscar nuevas formas y colores que colmaran sus conceptos pictóricos.

Cinco años más tarde su nombre ya se pronunciaba en las principales salas de arte y su fama crecía al amparo de la policromía de sus maravillosos colores. Brotaron entonces, de su imaginación y fantasía sin límites, obras de inigualable colorido que vendrían a revolucionar los conceptos del arte ecuatoriano.

 Para 1980 ya había alcanzado la consagración definitiva, y su obra se exhibía en las principales galerías, no solo del Ecuador, sino de América y Europa.

Resultado de imagen para gonzalo endara biografiaEsa obra, brillante, alucinante, desconceptuante; que con maravillosos colores muestra una “realidad irreal”, le abrió las puertas de Europa donde fue acogido con emocionado entusiasmo en los prestigiosos círculos naif de Suiza, donde en 1982 fue designado miembro del grupo “Henry Rousseau” y obtuvo la Medalla de Plata del “Premio Suizo de Pintura Naif Internacional”; y de Yugoslavia, donde obtuvo la Medalla de Plata en el XVI Congreso de Artistas Naives, en Trobnje. De igual manera su obra fue solicitada en las principales capitales de Latinoamérica, y en 1984 obtuvo el Primer Premio del Público en la Primera Bienal  de La Habana, Cuba.

Resultado de imagen para gonzalo endara biografiaPara 1987 –cuando su obra ya había sido conocida en México y Colombia- Anne Horton, asesora de Arte Latinoamericano de Sotheby’s, disidió llevarla a New York donde su éxito fue mayor que el esperado, al grado de que su obra formó parte de las grandes casas de subastas como Cristhie´s, Habsburg Feldman y la misma Sotheby’s, que lo había presentado inicialmente.

Sus cuadros alcanzaron entonces cifras que superaban los ocho mil dólares. Tres años más tarde la envidia de los mediocres asestó aleve puñalada al maestro que había alcanzado las cimas de la fama internacional, y sus colaboradores y “talleristas”, esos que comían de la mano del maestro, lo acusaron de “plagiador” sus de ideas.

A pesar de ello y rodeado de la admiración de propios y extraños, Endara Crow continuó realizando su sus maravillosa obra pictórica, que fue interrumpida por una gravísima enfermedad que en poco tiempo acabó con su vida, en Quito, el 14 de abril de 1996.

 

Víctor Manuel Rendón

Resultado de imagen para manuel rendon biografia Manuel Rendón creció en Francia. De padres ecuatorianos, Rendón se mudó a Ecuador por primera vez a la edad de veinticuatro años. En 1917 estudió en la Academie de la Grande Chaumière en Paris.

Rendón es considerado uno de los artistas que transportó el Movimiento Constructivista a Ecuador y a Latinamérica. Exhibió frecuentemente en los salones parisinos incluyendo Automne, Nationale, des Tuilleries y en L’effort Moderne con Leger. Rendón vivía y viajaba entre Paris y Ecuador. Sus obras fueron incluidas en la exposición de la UNESCO en 1946 y han sido exhibidas en São Paulo, Quito, Caracas, Washington D.C. y Madrid.

Algunas obras de Rendón son conocidas por su calidez y tonos sepia, mientras que sus obras abstractas reflejan los luminosos efectos que dan los vitrales. Sus obras son modernas y abstractas.

Rendón influenció a varias generaciones de artistas en Latinamérica y en Europa. Murió en Portugal en 1982.

 Veintidós cuadros religiosos, nueve eróticos y ocho acuarelas son parte de la exposición que se brinda en homenaje a Manuel Rendón Seminario, pintor ecuatoriano nacido en Francia, en el año 1894.

Resultado de imagen para manuel rendon biografiaEsta exhibición, que se desarrolla en la galería Todo Arte, ubicada en el centro comercial Urdesa, se inauguró el jueves de la semana anterior; además se presentó el libro Rendón, sacro & erótico, una recopilación de algunas de sus obras inéditas, pues son de un coleccionista privado, según el galerista Mirko Rodic

Resultado de imagen para manuel rendon biografia“Manuel Rendón es un pintor que a principio del siglo pasado se codeó con los más grandes, como (Pablo) Picasso, Juan Gris, (Amadeo Clemente) Modigliani, (Fernand) Léger, pintores que pertenecieron a la Escuela de París, entre ellos Rendón”, expresó Rodic previo a   la inauguración de la muestra.

Imagen relacionadaEn la exposición se  exhiben  las obras de Rendón en un pasaje sacro, que incluye  trabajos  que hacen referencia a la historia bíblica  de la humanidad, como  un cuadro de Adán y Eva tentados por la serpiente de comer del fruto prohibido,  los 10 Mandamientos de Moisés y  la Crucifixión y ascensión  a los Cielos de Jesucristo.

Apartada de lo sacro,  se ubica    una sección erótica, “porque de todas formas considero que se debe guardar respeto”, indicó Rodic.

Allí se exhiben las nueve obras eróticas del artista, en las que se visualiza pasión, sensualidad y morbidez en los cuerpos representados.

Otras obras son pintadas en acuarela, que datan de 1927. En total son 39 cuadros que están expuestos en la galería y permanecerán  exhibidos  hasta el 31 de este mes, por motivo de las fiestas julianas.

Gran parte de estas obras están plasmadas en el libro  realizado por Juan Castro y Velázquez, estudioso de la producción pictórica y de la vida de este  artista, que murió en 1982.

“Rendón, sin lugar a dudas, es uno de los más grandes pintores latinoamericanos de todos los tiempos. Si hubiera tenido un poquito de apego al dinero, hubiese tenido mucha fama”, sentenció Rodic, quien agregó que esta exposición es una de las más importantes del país, pues se da a conocer a la ciudadanía “y especialmente a los jóvenes” el talento del pintor ecuatoriano. 

Manuel Rendón Seminario nació en París y fue conocido por expresar en sus obras el estilo constructivista.

 “Víctor Manuel Rendón era un hombre de gran solemnidad, mientras que su hijo era amigo de (Chaim) Soutine y (Amedeo) Modigliani, quienes para su padre eran prácticamente la escoria social, unos borrachos. Desde entonces empezó a haber mucha tensión en la casa familiar”, comenta Juan Castro y Velázquez, investigador del arte experto en la obra de Rendón, y curador de la exposición a la que bautizó “Ut pictura poesis” (como la pintura, así es la poesía).Rendón fue artista exclusivo de la famosa galería L’Effort Moderne de Paul Rosenberg, donde también expusieron Picasso, Juan Gris, Braque… y fue en el boletín de la galería donde imprimió sus primeros versos. Años más tarde publicó un libro de  poemas al que llamó “Espirales”.

Resultado de imagen para manuel rendon biografia Uno de los aspectos más atractivos de “Ut pictura poesis”, es el relato de la relación del artista con su esposa, la francesa Paulette Everard Kiefer (1902-1983), con quien se casó en 1932. Paulette era una intelectual, aunque provenía de una humilde familia del campo. Era escritora y fotógrafa. Juntos trabajaron y vivieron en París, en Guayaquil, en Galápagos, en Cuenca, en San Pablo, en Portugal. A Paulette se la recuerda como una mujer sensible y práctica, de espíritu nómada y liberal: levantaba casas con sus grandes manos que también cosían, acampó precariamente por seis meses con su esposo en la Isla Isabela, vestía como chola cuencana para abrigarse del frío austral.

Su forma de ser escandalizaba a los Rendón Seminario que la consideraban “inferior socialmente”, tanto que para ahorrarse desaires la pareja decidió ocultarles la existencia de Elena, la hija de su primer matrimonio. Paulette fue la compañera y musa de Rendón hasta los últimos días del artista. Ella murió tres años después. Ambos están enterrados en el cementerio del pequeño pueblo de Vila Vicosa (Portugal). El pintor–poeta le dedicó estos versos: 

“¡Oh mujer que lloras la nostalgia del punto del cual el número surgió!. ¡Cómo para ti resucitar la unidad en lo múltiple, y revelar en la cadencia del corazón una inmutable esencia!”.

 

Oswaldo Viteri

Resultado de imagen para oswaldo viteri biografia Oswaldo Viteri, pintor y escultor ecuatoriano, nacido en Ambato, provincia de Tungurahua, Ecuador, en 1931.

Artista neofigurativo, ampliamente reconocido por su trabajo de ensamblajes, aunque su obra abarca también la pintura, el dibujo, los grabados y los mosaicos.

Comenzó su educación como estudiante de Arquitectura en la Universidad Central del Ecuador, en Quito, en 1951. Colaboró en el taller de Oswaldo Guayasamín, a quien ayudó en 1959 en el encargo de un mural para el Ministerio de Obras Públicas.

Durante la década de 1960, se centró en la pintura y estudió Antropología y Folklore.

En 1966, se graduó en Arquitectura y fue nombrado director del Instituto Ecuatoriano de Folklore.

Comenzó a explorar técnicas de arte experimental incorporando a sus obras el collage y colocando objetos superpuestos a sus lienzos. Realizó sus primeros ensamblajes en 1968, comenzando a mostrar sus obras en exposiciones internacionales en la década de 1960, siendo incluido en las bienales celebradas en 1964, en Córdoba (Argentina), y en 1969, en São Paulo, en las que recibió sendas menciones honoríficas.

Resultado de imagen para oswaldo viteri biografiaSu trabajó tomó una vertiente más escultórica durante los años 70, como reflejan sus múltiples series de ensamblajes en los que utiliza muñecas de trapo y material de desecho.

Muchas de sus obras se encuentran en algunos de los museos y galerías más prestigiosos del mundo, entre las que podemos destacar la galería Uffizi, que cuenta con un autorretrato.

Ha resultado nombrado candidato en dos ocasiones al Premio Príncipe de Asturias de las Artes.

LA CREACIÓN PERPETUA DE OSWALDO VITERI

  El principio necesario
La propuesta fue rastrear a fondo en el mundo de Oswaldo Viteri (Ambato, 1931). Azar y reto. La obra de Viteri me había replegado a superponerla de conceptos, a mudarla o reducirla a travesuras irreverentes de mis pensamientos

Ella fue cada día más drástica con la interacción humana que iba suscitando en mí. A ratos pasé a pertenecerle y, como es evidente, a soportar su opresión, como si se tratara de pagar el tributo ­o el castigo­ de conocerla en sus meandros más ocultos, esos que subyacen detrás del lenguaje pictórico cuando éste oscila en la raíz de lo excepcional y la eminencia. Creo que esto sobrevino porque la obra de Viteri es materia eterna en cuanto interpelación asombrosa de una realidad que es común a todos, y porque, especialmente en sus ensambles, no admite posturas medias.
 
Resultado de imagen para oswaldo viteri biografiaLa niñez, esa distancia
 
Un encumbrado graderío lleva a la planta de la casa donde nació Viteri. La casa está enclavada en el centro de Ambato y parece un colmenar por la profusión de ventanas. Apenas repeché las gradas, descubrí una gran mampara de vidrio. Estoy en el umbral de la infancia del artista. (Su madre, María Elena Paredes Borja, me había referido que él apenas salía de este espacio). Explico a la nueva propietaria ­una anciana artrítica de rostro bíblico atada a una silla de ruedas­ la causa de mi visita. Con su consentimiento, empiezo a huronear los sitios que atestiguaron los escarceos iniciales de la tiránica voluntad creadora de Viteri.

En el bloque posterior hallo dos sótanos donde él se enceldaba de muy niño. (Acaso no los buscó, los halló, al igual que a su arte: tortura y júbilo, ninguno de los pintores de su tiempo ha hurgado tanto como él en los laberintos de la condición humana). Recluido en esos lugares cerraba y abría los ojos para imbricar en su memoria ­cesto de llamas­ la oscuridad hasta palparla, coagulada, mientras la luz, filtrada por las rendijas, desnuda, ascética, impúdica y perversa, absorbía su sangre. ¿Casualismo? ¿Un simple juego infantil, extraño e inusual, pero puro juego al fin? ¡Quién sabe! En todo caso, aventura premonitoria de lo que sería el modo de resolver su vida y su obra. El negro y el blanco refundiéndose en una sola sacudida mágica. Jaspers advirtió que en los grandes espíritus hay siempre un elemento de hechicería. ¿Quién podría negar que éste desborda el de Viteri? Muerte y vida. Amor y odio. El bien y el mal. Lo sagrado y lo profano. Negro y blanco: los estados puros del arte pictórico, pero también de la vida.
A los cuatro años Viteri fue con su padre, César Enrique Viteri ­médico obstetra de cuyas manos, cuentan los vecinos, nació medio Ambato­ a una corrida de toros. La fiesta brava lo cautivó para el resto de su existencia. Por ella arribó a sus estupendas colecciones de dibujos taurinos donde respiran ­jadeo y estertores­ cada una de las suertes de este espectáculo, pero, sobre todo, a la enrieladura del mestizaje, constante emblemática de sus collages. El ansia de Viteri por desentrañar este hecho no tiene par en América. ¡Cómo lo hurga, explota y asedia, con cuánta reciedumbre le marca inéditos horizontes! Cada elemento de esta saga constituye un símbolo.
Ninguno es fortuito. Todos son epítomes del revuelto y tormentoso mosaico de nuestros orígenes. La serie de estas piezas: un ir lúcido y frenético a sus raigales consecuencias, y por lo que acopia de tesis y postulaciones, es, quizás, el mayor aporte de Viteri no solo a la historia de las artes visuales hispanoamericanas sino del mundo.
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La escuela: confusión y desarraigo
 
El pequeño mundo del artista tambalea por su ingreso a la escuela. Atrás deja sus primeros dibujos: periódicos atiborrados de sus rayaduras hacinados en un desván. Su único juguete, un trompo de colores que a diario baila provocándole una multitud de insólitas sensaciones. Su cotidiano peregrinaje de la sombra a la luz. El cálido resguardo de su familia. Pero su invencible vocación se vuelca a los cuadernos y textos escolares. En ellos dibuja sin pausa, a tal punto, que sus profesores, omitiendo su deficiencia en las demás asignaturas, recomiendan una y otra vez que cultiven sus dotes innatas para el arte.

Viteri no es hombre de recuerdos. Cree que tenerlos o inventarlos es un signo de declino vital. Sin embargo, hay uno de esta edad que se le ha fijado como rueca murmurante de la posible explicación de una de sus facetas esenciales. Al salir las mañanas rumbo a la escuela se ingenia un pasatiempo. Escoge cualquier guijarro que halla al paso y lo patea, éste, sumiso, va a encajar siempre en la boca de una alcantarilla. El juego lo repite hasta notar que alguna rareza lo merodea: ¿por qué el pedrusco se paraliza, justo, antes de caer? Al día siguiente de asimilada esta reflexión, trata de repetir el ejercicio, pero no podrá lograrlo más. En el budismo zen, disciplina que Viteri estudia desde hace cuarenta y más años, llaman 'dar en el blanco' a estos sucesos inexplicables. Durante días, el artista ­por mi tozudez­ ha intentado explicarme algunas claves elementales de esta filosofía. '¿Pero es una filosofía?', me atreví a inquirirle alguna vez. El pintor, sonriente, como toda respuesta, me refirió que un Gran Maestro Zen explicó a algún ignaro que no era nada inaudito que no lo entendiera, toda vez que él tampoco lo entendía. "El aire que existe en los dibujos es lo mejor de los dibujos ­ escribió Viteri en 1973­ pero es necesario hacer muchos dibujos para que éste sea transparente". Y a renglón seguido: "El dibujo es un pájaro invisible". Viene a mí el caudal de dibujos trabajados en España y tiento aproximarme como un lego fanático al zen. Rememoro que Viteri por esos años dibujaba y pintaba a dos manos (tanto era lo que llevaba adentro). "Y siento una ráfaga de nieve y lumbre estallando en mi sangre. "


Víctor Mideros


Víctor Mideros Almeida (San Antonio de Ibarra, 28 de marzo de 1888Quito, 9 de octubre de 1967), fue un pintor ecuatoriano de los movimientos impresionista y simbolista

Nació en el pueblo de San Antonio de Ibarra el 28 de marzo de 1888, siendo hijo legítimo del terrateniente y comerciante Federico Mideros y su esposa, Carmen Almeida.1 Sus hermanos Enrique y Luis también se destacaron en los campos de la pintura y la escultura respectivamente.2 Sus estudios formales de primaria los cursó en su pueblo natal, mientras que los de secundaria en el Colegio Seminario de la ciudad de Ibarra, de donde se graduó en 1905.3
Contrajo matrimonio con María Eloísa Navarrete Torres alrededor de 1930, con quien tuvo cuatro hijos:1
  • Boanerges Mideros Navarrete, pintor
  • Raúl Mideros Navarrete, arquitecto
  • Enma Mideros Navarrete, religiosa
  • Mariana Mideros Navarrete, religiosa
Al final de su vida padecía de afecciones cardiacas y falleció en la ciudad de Quito el 9 de octubre de 1967, a los 81 años de edad, dejando inconclusa su obra Maranatha (Ven, Espíritu Divino).3 Sus últimos años los vivió en una gran casa esquinera ubicada en la avenida 10 de Agosto y calle Portoviejo, donde también tenía su estudio de arte.1

Después de haber aprendido a temprana edad las bases de la acuarela y la pintura al óleo en los talleres de los maestros Luis Toro Moreno y Rafael Troya,3 en 1906 Mideros viajó a Quito para seguir medicina en la Universidad Central, a la par que estudiaba en la Escuela de Bellas Artes.2 Para 1915 obtuvo medalla de oro en la Exposición Nacional, al año siguiente el premio a la pintura de figura humana en la II Exposición Anual de Bellas Artes, mientra que en 1917 se convirtió en el primer premio de la primera edición del Salón Mariano Aguilera.1
En 1918, y tras retratar a una de las hijas del presidente Alfredo Baquerizo Moreno, éste le nombró secretario de la Embajada de Ecuador en Italia con el fin de que Mideros pudiera ampliar sus conocimientos artísticos durante su estadía en Roma.3 Antes de partir en 1919, dejó varias obras, sobre todo costumbristas que retrataban a indígenas y paisajes andinos, y el mural que decora la capilla de la Catedral Metropolitana donde descansan los restos de Antonio José de Sucre.1
Mientras estuvo en Italia asistió a las Escuelas de pintura italiana, inglesa y española, donde pudo perfeccionar aún más su técnica.2 En 1921 viajó a Francia y España, donde se convirtió en miembro del Círculo Internacional de Artistas y de la Academia de Bellas Artes San Fernando. En 1922, mientras vivía en New York con su hermano Luis, éste sufrió un atentado del Ku Kux Klan del que afortunadamente salió ileso, por lo que Víctor pintó en agradecimiento el lienzo Mi Reino no es de Este Mundo, que obsequió al convento de Santo Domingo en Quito.1
Regresó a Ecuador en 1924 y fue nombrado profesor de la Academia de Bellas Artes, de la que fue también director entre 1933 y 1937, época en la que se convirtió en el pintor de moda de la alta sociedad quiteña.2 La mayor parte de su trabajo tras el regreso al país se lo debió al apoyo de su mayor mecenas y protectora, la aristócrata viuda María Augusta Urrutia, para quien pintó entre otras obras una afamada serie de cuatro arcángeles.4

Se puede afirmar que la obra de Mideros, iniciada dentro de un naturalismo de tendencia impresionista, alcanzó sus mejores logros en el tema religioso, al que matizó con cierto esoterismo de raíz simbólica y claro origen rosacruciano. Él mismo solía decir que pintaba sus obras con la paleta de Dios, porque utilizaba los siete colores del arco iris y un profundo estudio del color, logrando así iluminar sus pinturas.
Jueces, profetas, la Virgen y Cristo en los estertores de su agonía o en la impotente majestad de su resurrección, encarnan los motivos fundamentales de este pintor, que encontró en la Biblia un manantial perenne de inspiraciónExtraños signos de presagio imprimen su obra un matiz, más que místico, religioso. En ella se adivinan y columbran los invisibles resplandores de la ciudad de Dios, siempre diluida en la más lejana perspectiva, como una promesa inalcanzable.
Según Rodríguez Castelo: Mideros pintaba en una luz penumbrosa, con ojos de iluminado, tocado con un gran gorro de piel. Había dado definitivamente el paso del simbolismo - que es tan rico y hondo poéticamente - a la alegoría que no es sino una suerte de amplificación retórica. Su pintura no era ya enigmática: era catequética.
 
Volvió al Ecuador en 1924 e ingresó al Centro Nacional de Bellas Artes de Quito donde inició una de las producciones pictóricas más importantes de la historia del arte ecuatoriano: Se convirtió entonces en la figura de moda de los amantes del arte y la pintura de esa época.
Pintó paisajes, retratos de personajes históricos y sociales, composiciones indígenas y temas religiosos; inclusive se ha llegado a decir que “no dibujaba hombres y mujeres, sino dioses, superhombres y sombras”.
Su fama se extendió fuera de los límites de la Patria y presentó exposiciones en Bogotá, Lima, Santiago y New York, en las que obtuvo valiosas distinciones y condecoraciones como la Gran Cruz de Boyacá, de Colombia; las Palmas Académicas, de Francia; y la Orden Nacional Al Mérito que le otorgó el gobierno del Ecuador.
Sus obras más importantes son los lienzos que decoran la iglesia de La Merced; los diez cuadros de “Santa Mariana de Jesús”; “Espejo de Justicia”, que se encuentra en el edificio del Centro Universitario Católico; “El Camino de la Vida”; los cuadros dedicados al “Milenarismo”; y un sinnúmero de retratos y paisajes de diferentes temáticas.
Fue uno de los fundadores del Círculo de Bellas Artes, y perteneció a la Academia de Bellas Artes de Madrid y al Círculo Internacional de Artistas de Roma.
Dedicado a trabajar en su lienzo titulado “Marahata” (Ven Espíritu), lo sorprendió la muerte el 9 de octubre de 1967. .

Alejandro Elías

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La producción del artista plástico guayaquileño Alejandro Elías llega por primera vez a la Alianza Francesa de la vía a Samborondón. En este espacio presentará 14 trabajos dentro de la exposición que ha titulado Un canto a la vida.
La actividad se concreta a la invitación realizada por el presidente de la Alianza Francesa de Guayaquil, Roberto Seminario, a Elías, quien también es miembro de la directiva de la institución.
Además, el pintor refiere que decidió exponer en la sucursal de la vía a Samborondón, “porque se le quiere dar fuerza al público de ese sector”.
Sostiene que su reciente exhibición pictórica la denominó Un canto a la vida, porque esta frase la tomó de un comentario que un espectador le dejó escrito en el libro de visitas de su anterior muestra Catarsis, que llevó al Museo de Arte Moderno de Cuenca, en julio pasado.
“Me gusta pintar la parte alegre de la vida, me salgo de lo real, de lo que vivimos día a día, para pintar seres que provoquen tranquilidad, ese es mi compromiso con la naturaleza, porque ella me dio un don y debo devolvérselo capturando imágenes positivas de la vida”.
En sus recientes obras hay personajes que ya han tenido presencia en otras de sus producciones, como las diosas, los arlequines y los danzarines. Así también constan mujeres y parejas en posiciones sensuales, dice su autor.
Además, señala que en su trabajo le gusta destacar “la academia del buen dibujo” y siempre se establece “una relación entre espectador y cuadro”. Las obras de Un canto a la vida son en su mayoría de gran formato y están elaboradas en técnicas mixtas o acrílicos sobre lienzo. Añade que estarán a la venta.
Pinceladas
La muestra Un canto a la vida, de Alejandro Elías, se inaugurará este jueves, a las 19:00, en la Alianza Francesa de la vía a Samborondón, entrando por la Parrilla del Ñato. El ingreso será libre.
Sonia Manzano y Roberto Seminario estarán a cargo de la presentación de la exhibición, la cual estará
abierta hasta el próximo 24 de mayo.
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Elías ha expuesto ya tres veces en la Alianza Francesa, matriz de Guayaquil.

La muestra pictórica “Catarsis”, del artista guayaquileño Alejandro Elías, se inaugurará esta noche, en el Museo de Arte Moderno, a partir de las 19h15, con el apoyo de la Municipalidad de Cuenca, la cual estará abierta hasta los primeros días del julio.
Resultado de imagen para alejandro elias biografiaCompuesta por 22 obras, en las que predomina la figura humana, en especial de la mujer, “Catarsis” muestra la belleza del cuerpo en distintas poses y expresiones. Para lograr un alto nivel expresivo de la figura según el artista ha estudiado mucho anatomía y otras ramas del conocimiento. “Además en cada cuadro hay mucha historia mitológica”, aseguró el pintor, al invitar al público cuencano y turistas a visitar la exposición.
Según Elías, se inició desde temprana edad en el dibujo y la pintura, “antes de aprender a leer y escribir ya sabía pintar, aunque de una forma rudimentaria, sostuvo. Dedicado por completo a la pintura, obtuvo un bachillerato en Artes en su ciudad natal y continúa pintando. Sus cuadros elaborados en acrílico, pueden ser adquiridos por los aficionados al arte. (JAE)
EN DATO
Significado
Resultado de imagen para alejandro elias biografiaSegún Elías, catarsis es una palabra griega cuyo significado hace referencia a la liberación de las emociones, es una sanación, una purificación suya a través del arte, que puede ser experimentada por el espectador.

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